Es completamente cierto que no es el mejor libro de Arturo Prez-Reverte. Pero se deja colar porque todo lo que tenga ambiente de espías, guerras, bandos encontrados, ideologías antagónicas, ambivelencias entre la vida y la muerte, de alguna manera atrapa y aunque muchos lo nieguen hasta gusta.
A veces es difícil afirmar con toda propiedad que la trama o los personajes de un libro son flojos o no estan bien acabados, porque siempre (por lo menos a mí me sucede) me queda la duda de si esa imprecisión es un acto deliberado del autor o es una falla en las facultades para escribir.
Dada mi experiencia con los libros de Pérez-Reverte, creo que Falcó esta diseñado para mostrar lo que mostró, sin más ni menos. En pocas palabras el escritor en pleno uso de sus facultades le otorgó a este espía los dotes necesarios para vivir una historia, que también relata lo justo y necesario, sobre el espionaje en los inicios de la Guerra Civil Española.
Falcó, si, tiene un aire al archiconocido James Bond. Es un hombre aparentemente sin ideología política. Trabaja para uno de los bandos enfrentados en época de falangistas, comunistas y nacionalistas sin mucha convicción pero con las habilidades para salir airoso en las misiones que se le encomiendan. Como buen espía atractivo y varonil las mujeres para encuentros furtivos no le faltan. No es un personaje completamente cínico porque el autor nos muestra ciertas facetas reflexivas con un lenguaje sencillo y sin mucha profundidad. Aquí cabe la pregunta ¿me gustó este personaje?...no tanto como otros que he conocido de la pluma de Pérez-Reverte.
Por otro lado, está el escenario en el cual se desarrolla la historia y sus personajes secundarios. Principios de la Guerra Española, los comunistas resistiendo las embestidas de los nacionales y las férreas creencias de los demás grupos, como los falagistas, son también plato principal de esta novela corta. De hecho muchos de esos episodios reflexivos que Falcó demuestra, están dirigidos a la ingenuidad de aquellos que entregaron la vida por sus ideologías y creencias, así como lo fácil que para otros fue cambiar de bandos por conveniencia política, económica o por el simple hecho de salvar la vida.
No, no es el mejor libro. Es muy sencillo, con una que otra escena de acción, con un toque romántico porque nos guste o no Falcó es un antihéroe que llama la atención. Con este libro Pérez-Reverte nos muestra otro pedacito de la historia espoñola que aún parece tener las cicatrices de esos hechos a flor de piel.
Como siempre he dicho estas líneas conforman una humilde opinión. Cuando lo lean sacarán sus propias conclusiones.
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