jueves, 30 de marzo de 2017

COMENTANDO LA VIUDA

La viuda
No tiendo a calificar los libros por estrellas. Para mí es más fácil decir si un libro fue Excelente - Me gustó mucho - Regular - No me gustó; pero en este caso voy a darle 5 estrellas y si pudiera ponerle más, lo haría. En mi sistema básico de evaluación este libro está en EXCELENTE, UNO DE LOS MEJORES LIBROS QUE HE LEÍDO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS!!!

Debo confesar que comencé a leer este libro con cierta aprensión por los comentarios en volanda que me hicieron personas cercanas a mi, quienes aseguraban que el libro era bueno pero el tono en que lo decían me generaba dudas.

Lo comencé a leer el 22 de marzo, con tropiezos por mi rutina diaria, y en esas primeras 50 o 60 páginas me dí cuenta de que a esta novela había que dedicarle un día entero de lectura desenfrenada y sin pausas. El 28 de marzo lo hice. Desde que me desperté - 4:00 am - no pude soltar el libro. Solo unas breves interrupciones necesarias por mi negocio, me alejaron de sus páginas. Para las 6 de la tarde de ese día ya había terminado, con la boca abierta y la sensación de haberme bajado de una montaña rusa.

Tanto me ha gustado que voy a darles un breve resumen de lo que esta historia revela.
Jean Taylor perdió a su marido, Glen Taylor, cuando fue atropellado accidentalmente por un autobús. Desde ese momento ella se convierte en el centro de atención de todos los medios de comunicación. La consagración como periodista se conseguía si lograban tener una entrevista exclusiva con la viuda del hombre que por 4 años fue señalado como el secuestrador y asesino de Bella, una niña de dos años que jugaba en el jardín de su casa lejos de la mirada su madre Dawn. Bob Sparkes es el inspector encargado de investigar quién se llevó a Bella. Kate Waters es la periodista destinada a obtener esa exclusiva además de colaborar con el inspector en la investigación.

Pero esta historia es más que una simple pesquisa y diferentes sospechosos en la mira. Escrita entre brincos en el tiempo y usando un recurso que yo poco he visto en otras novelas del mismo estilo como es el cambio de voces, de primera persona a tercera persona, entre capítulo y capítulo, la autora nos va desnudando la psicología de Jean. La viuda de Glen Taylor es en definitiva el centro de la novela.

Esta viuda, y hablo del personaje como tal, logró que la comprendiera, que la consolara por su pérdida; logró que le creyera, que justificara sus decisiones y acciones. Pero también logró sacarme de mis casillas, me mantuvo en ascuas, me desesperó por todos esos tonos de grises que tenía su personalidad. Esta mujer podía engañarte cuando estaba siendo sincera y enamorarte cuando mentía. La autora supo crear un suspenso perenne alrededor de este personaje. Llega un punto en que olvidas el quién, el por qué, el cómo y el cuándo de la historia solo por saber cuáles son los secretos que guarda esta mujer.

Esta novela es un laberinto psicológico. Todos lo matices de la vida se concentran en un sólo personaje. A través de la viuda, se puede pensar que su marido era inocente o culpable sólo con pasar al siguiente párrafo, pero con una sutileza que abruma, desorienta y enreda no dejando otro remedio que seguir leyendo para saber el desenlace. Es un personaje real, auténtico, sin exageraciones ni excentricidades....No puedo comentar más porque siento que voy a terminar contando todo.

Como ya es costumbre les invito a lo que lean y saquen sus propias conclusiones.




COMENTANDO PREGUNTALE A ALICIA

Preguntale a Alicia

Hace unos años había escuchado sobre este libro. Un amigo en twitter me preguntó si lo había leído. Si bien no me lo recomendó, lo coloqué en la lista de "pendientes por leer" por mera curiosidad. Debo decir que esperaba un poco más. ¿Qué esperaba?, realmente no lo sé. Quizás una historia más sórdida, más enredada, un poco más denigrante. ¿Por qué?, bueno por todo el tema de las drogas y la adolescencia. Pero al final esto era mi expectativa. La realidad es que el libro muestra la experiencia de la una adolescente de 15 años con las drogas, como consecuencia de una incompresión familiar, una rebeldía y una curiosidad por experimentar las sensaciones que estas sustancias producen al cuerpo y la mente.
Es una historia escrita en forma de diario. Alicia, su protagonista, va contando entre fechas sus pensamientos, sentimientos y experiencias de su vida familiar, su relación con sus amigos y por supuesto, sus experiencias con las drogas. Realmente no hay mucho que decir sobre la historia, salvo que puede ser leído por los adolescentes para que tengan una idea de cómo las drogas destruyen tu voluntad y te incitan a hacer cosas desmedidas que no sólo dañan al individuo que las consume sino que también arrastra a toda persona que está cerca de él.
No es un libro impactante, no raya en la vulgaridad de descripciones grotescas. Todas estas cosas se sobreentienden entre líneas. Es un libro educativo, con un mensaje claro de lucha para combatir este mal que por años a destruído la vida de muchos jóvenes. Este libro no tiene un autor definido, una persona lo escribió y lo dejó para que fuera leído por todos los que de alguna u otra manera se han enfrentado a este vicio, por otros quienes estan intentando salir de ese mundo y por aquellos a quienes hay que ayudar para evitar que caigan en estas redes.
Como siempre he dicho lo escrito aquí son mis opiniones. Los invito a que lo lean y saquen sus propias conclusiones.

martes, 14 de marzo de 2017

Vortigern, el Shakespeare más falso de la historia




En 1796 se anunció su descubrimiento.
Es considerado uno de los grandes engaños literarios de la historia.

Mucha gente todavía piensa que las obras de Shakespeare no fueron escritas por el propio Shakespeare, o, al menos, que parte de ellas no le pertenecen. De hecho, hay estudios sobre su escritura que parecen delatar la presencia de otros autores. Pero los acontecimientos alrededor de la obra Vortigern -también conocida como Vortigern y Rowena-, no tienen nada que ver con el resto de las obras del bardo inglés. Su estreno en 1796 estuvo rodeado de una gran polémica y supuso el total y absoluto descrédito de su descubridor, William Henry Ireland.

La figura histórica de William Shakespeare siempre ha sido un poco neblinosa. Lo sigue siendo hoy en día, así que podemos hacernos a la idea de lo que pasaba en el siglo XVIII, cuando sus obras pasaron a considerarse como las más grandes de la literatura inglesa. Ante la falta de datos y trabajos sobre su vida, algunos aprovechados como Ireland comenzaron a falsificar documentos en los que aparecía su firma, como contratos o cartas.

Ireland llevaba un tiempo realizando este tipo de falsificaciones, hasta que un día decidió dar un paso más, convenciendo a su padre, Samuel Ireland -un reputado artesano y escritor-, de que había encontrado una obra inédita de Shakespeare, junto con una serie de papeles de índole personal, incluyendo un mechón del pelo de su mujer, Anne Hathaway.

La obra en cuestión se titulaba Vortigern, y por temática podría haber sido una de las primeras obras de Shakespeare. Se trataba de un sencillo drama sobre un caudillo britano del siglo V, al que se le atribuye, según la leyenda, la llegada de los anglosajones a las Islas Británicas, que acabarían por dominar.

El padre de Ireland, que era un gran entusiasta de las obras de Shakespeare, se tragó la historia que le contaba su hijo y apoyó el estreno de esta obra inédita el 2 de abril de 1796. Ni que decir tiene que se levantó una gran polémica alrededor de este estreno, ya que el público y los académicos estaban divididos ante la idea de una obra como esta.

Si bien la obra empezó de manera adecuada, según las críticas de la época, a mitad de representación los actores comenzaron a mostrarse poco creíbles con la historia y la cosa acabó fatal. El propio Ireland tuvo que confesar que todo había sido un engaño, y que su único interés había sido el de vender copias del original en su propio beneficio.

La reputación de su padre se vio muy afectada, pero Ireland siguió con su carrera como falsificador en Inglaterra y en Francia. En 1805 llegó a publicar un libro titulado Las confesiones de William Henry Ireland donde narraba sus andanzas literarias. Tras la muerte de su padre llegó a publicar de nuevo Vortigern y Rowena, con muy poco éxito. Acabó pobre y lleno de deudas, tratando de abrirse camino como escritor, algo que nunca consiguió, siendo recordado casi exclusivamente por su gran engaño shakespiriano.

Fuente: Lecturalia.

9 formas de difundir lo que escribes







Aunque  todo escritor disfrute con el simple hecho de imprimir sus ideas  en un folio, todos queremos tener lectores, transportarles a otros lugares, hacerles cómplices de nuestras historias. Por suerte, Internet  ha contribuido en gran parte a facilitarnos las herramientas a la hora de compartir nuestros textos con el público, siendo alguna de estas 9 formas de difundir lo que escribes la mejor forma de empezar.

Participar en un concurso literario

Acabas de escribir un relato y quieres publicarlo pero no sabes por donde empezar, y lo mejor es que sabes que puede tratarse de tu mejor obra hasta el momento. ¿Podría triunfar en un concurso literario? ¿Por qué no intentarlo? En un reciente artículos de consejos para presentarte a un concurso literario os dejé algunas pistas a la hora de optar a uno de los muchos certámenes que diariamente se publican en Internet, por lo que la opción de ver tu obra recompensada y difundida en los medios es una buen opción si quieres ir sobre seguro.



Bares de poesía

Los cafés o bares literarios son espacios culturales con  mucha identidad donde la opción de tomar una tosta de foie mientras alguien recita un texto propio en una tarima configuran un plan de fin de semana perfecto, diferente. En Madrid existen varios de estos espacios, entre ellos el Aleatorio Bar o El dinosaurio todavía estaba allí, cuya Jurassic Jam de los domingos por la tarde es ya todo un clásico. Lugares en los que el cliente entra buscando devorar literatura, siendo una buena opción para lucirte.

Micro Internet

«memoria interna» por @versamelalma "El corazón tiene memoria. Por eso te pienso una y otra vez." *Este cuento fue enviado a nuestra web. Si tu también quieres que publiquemos uno tuyo: Envíanoslo a http://www.microcuento.es #microcuento #microcuentos #breve #cuento #microrrelato #microrrelatos #amor #nochedeletras #letras #habiaunavez #frase #likes #literatura #Malaga #tweetgram #versagram #relato #TagsForLikes #escritores #nochedearte #poema #escrito #frasedeldia #letradeautores #versos #Barcelona #Madrid #NocheDePoemas #instafrases #poesia

A post shared by microcuento.es (@microcuento.es) on Mar 9, 2017 at 12:56pm PST

Lo micro está en auge, especialmente desde que redes sociales como Twitter y sus 140 caracteres limitasen los textos de sus usuarios a historias breves y directas. Otro ejemplo sería la web Microcuento, la cual publica a diario micros enviados por los usuarios en sus redes sociales, siendo una genial forma de atraer seguidores (y potenciales) lectores si tu micro resulta elegido.

Webs de literatura
La versión macro de la literatura en Internet abarca webs de la índole de The Short Story, de la que también os hablé recientemente en AL, u otras míticas como Falsaria. Porque antes de publicar "a lo grande" tu obra nunca estará de más conocer la opinión de otros autores como tú acerca de ese relato o poema que te traes entre manos. En Falsaria puedes conseguir que otros escritores te sigan y  hasta ser publicado por la revista trimestral de la web si tu texto es el más likeado. ¿Te animas?

Publicar un libro



Hace unos años publicar un libro se limitaba a hacerlo a través de unas pocas editoriales. Sin embargo hoy día, y con una media de hasta 200 editoriales surgidas en nuestro país cada año, publicar tus textos se convierte en algo más que factible. No obstante, y si aún así no consigues un feeback, muchos escritores independientes han encontrado otras formas de llegar  al gran publico como la autopublicación en plataformas como Bubok o KDP de Amazon, dos de las más populares actualmente.

Regala libros y textos

Si te has decidido finalmente por la opción de publicar tu obra, posiblemente un buen día te encuentres en casa con varios ejemplares  con los que no sepas qué hacer. . . pero siempre hay alternativas. Durante los últimos años, artistas y escritores han depositado libros en el centro de Madrid o  Nueva York con sus datos y nombres en redes sociales, han camuflado sus obras en la librería de un hostel en el que futuros viajeros tendrán acceso a sus historias o participado en jornadas de book crossing como mejor forma de convertir un libro en un tesoro a compartir en cadena con otros lectores.

Crear un blog




Si nadie quiere publicarte, WordPress, Blogger o cualquier otra plataforma de blogging te harán hueco a ti y a tus textos, y es ahí donde comienza una nueva aventura. Si defines bien el concepto, eres constante y te encargas de compartir tus contenidos en redes sociales, la opción de publicar tus textos en forma de entradas en un blog personal puede ser un gancho para comenzar a hacerte un nombre en la blogosfera literaria siendo tú quien tendrá el total control del contenido y los objetivos a alcanzar.

Publicar en revistas literarias

Muchas de las revistas literarias en papel que existían hace unos años en España han trasladado su actividad a Internet, siendo la mallorquina La Bolsa de Pipas, editada por la Editorial Sloper, una de las pocas que sigue publicando en papel los textos de autores interesados. Si por otra parte llevas tiempo siguiendo a un magazine literario y te apetece compartir un texto, no tienes más que enviarles un mensaje consultando a la redacción.


Fuente: Actualidad Literatura.

jueves, 9 de marzo de 2017

¿Libros ofensivos? Llegan los lectores de sensibilidad




Miembros de minorías revisan libros en busca de estereotipos.
Es una tendencia emergente en la industria de Estados Unidos.

Hoy en día la sensibilidad para tratar a las minorías está más presente que nunca. Muchos autores se han encontrado con que sus libros han sido mal recibidos por la manera en la que, posiblemente de manera involuntaria, han tratado a personajes, tanto por su sexo como por su religión o raza. Para evitar esto, se ha creado una nueva figura dentro del panorama editorial, el lector de sensibilidad, quien se dedica a revisar el texto para evitar ofensas.

La mayoría de estos lectores están trabajando para autores que están desarrollando su novela, para que, desde un principio, los personajes y situaciones no sean irreales u ofensivas, pero algunas editoriales ya están utilizando este tipo de filtros para seleccionar sus manuscritos. En un mundo donde un sencillo tuit de denuncia puede desatar una tormenta mediática, no es de extrañar que muchos quieran tanto cubrirse las espaldas como aprender de sus errores.

Sin embargo, creo que tenemos que contemplar este fenómeno desde dos perspectivas diferentes. La primera es la del autor, que se dedica a escribir sobre temas, personajes y situaciones que, evidentemente, no conoce de primera mano. Lo normal, lo que todo escritor debe hacer, es salir a la calle y vivir él mismo lo que quiere escribir. Sí, es arriesgado crear personajes cuyo trasfondo social y cultural sólo conoces de oídas. Por mucho que te aconsejen, o veten, lo mejor es crear tu propia visión documentada de la realidad. Si luego esa visión genera polémica, que es posible, pasaríamos a la siguiente perspectiva, que es la social.

Si bien entiendo que, en determinados ámbitos de la literatura, sobre todo en la infantil y juvenil, autores y editores cuiden bien el mensaje que quieren transmitir pues, después de todo, estamos hablando de libros que se leen en plena educación y crecimiento personal, parece que nuestra incapacidad como sociedad para crear ciudadanos críticos nos lleve a producir textos libres de toda crítica y debate. Se crean espacios seguros en los que no hay discusión, se eliminan textos que podrían ofender y al final se acaba en cámaras de eco que no reflejan los conflictos que existen en el mundo.

Entiendo también que la crítica a lo políticamente correcto parece que está de moda, sobre todo por algunos a los que la única libertad que les gusta es sólo la suya, pero hay que marcar un límite entre la libertad de expresión y la sensación de ofensa. En una sociedad crítica, un texto ofensivo debería ser detectado y tomado en consideración por lo que dice y narra, sobre todo si estamos hablando de libros para adultos. De hecho, algunos de estos lectores se plantean si al corregir a autores que no saben nada de su cultura, están perpetuando que sean los grupos mayoritarios los que escriban sobre ellos.

Como autor, prefiero escribir sobre temas que conozco. Dejar que otros purguen las historias que escribo para no ofender a minorías me parece dejar la puerta abierta a que pronto haya que revisar los textos para no ofender absolutamente a nadie, defender las buenas costumbres y acatar el paradigma oficial del momento. A veces la realidad es ofensiva. El pecado aquí es no hacer bien el trabajo fundamental del escritor que es documentarse bien y narrar lo mejor posible.

¿Y vosotros? ¿Pensáis que esta figura es necesaria o que el propio autor debe ser consciente de lo que escribe? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.

Fuente Lecturalia.