Hoy, en nuestro país, Venezuela, se celebra el "Día Del Niño", y nosotras, Titi Fati y Titi Leney, hemos querido honrarlo homenajeando a una pequeña de cinco de años, a Gabriela Figueira. Una sobrina que Dios tuvo a bien regalarnos y a quien en cada oportunidad que tenemos no dejamos de respetar, admirar y querer.
Gabriela es una personita muy especial. Desde que tenía un añito de edad demostró tener el aura de la inteligencia, la capacidad y las habilidades para expresarse sin temores y con decisión. Audaz, desinhibida, muy despierta al punto de arrancarnos no sólo sonrisas sino expresiones de asombro, vive dentro de la fantasía y la inocencia que se disfruta sin barreras en la niñez.
En una oportunidad entre juegos y risas, con una emoción inusitada manifestó que quería ser veterinaria, cantante, pintora, escritora, en fin una artista. Cualquiera diría: "cosas de niños". Pero no, en Gabriela había una determinación, esa sensación de que se puede lograr todo eso y más. Y todos los que la conocemos, empezando por sus padres, pasando por sus titos y titis (tíos y tías), primos y abuelos, no hemos dudado ni un segundo en apoyarla en esos sueños infantiles. El gran trabajo que sus padres han desempeñado, ayudándola a que asuma sus retos sin prisa pero con paso seguro la han llevado a aprender a leer a los cuatro años, la han hecho toda una deportista en sus competencias de natación y la han motivado a internarse en las notas musicales de la viola y el coro de su colegio. Sin ir muy lejos hoy se estrena como maratonista. Lo hermoso de Gabriela es la falta de temores, para ella todo es una aventura. Por todo esto, no era difícil creer que nuestra Gaby se haya sentado un día a escribir un cuento. Apenas aprendiendo a escribir, una tarde comenzó a plasmar en papel una de sus fantasías.
Hoy queremos compartir esas hermosas líneas, fruto de una imaginación genuina e inocente. De esta manera contribuimos a que continúe conquistando sus sueños.
FELIZ DÍA DEL NIÑO a nuestra querida Gabriela, a todos nuestros otros sobrinos Daniel, Diogo y Agustín Ignacio; y a todos los niños de Venezuela y el Mundo.
LA
CAMA Y LA NIÑA
Había
una vez una niñita que era muy miedosa, entonces una cama se cruzó en el
camino, entonces la cama habló! Y entonces la niña se asustó.
La cama le dijo:
-
¿Por
qué me tienes miedo?
Y la niña le contestó:
-
Porque
hablas!
-
Es
que soy una cama parlante
-
Pero
¿qué te pasó?
-
Una
bruja me hechizó
-
Pero
¿por qué? – dice la niña
-
Porque
agarré una rosa envenenada y me
envenené, es que ella quería un cómplice y quería vengarse de un reino muy
lejano…
Entonces la niña
entendió.
-
Y
el castillo de la bruja ¿por dónde
queda? ¿En el oeste o por el este? ¿Por dónde será el camino?
-
El
frente es completamente negro – dijo la cama – ahí hay unos vigilantes en la
puerta, entonces será difícil entrar.
-
Ya
sé todo…gracias cama ambulante, quizás ¿me quieres acompañar?
-
Si
claro, maravilloso! Entonces, ¿cómo
puedes tú llegar tan lejos?
-
En
un avión – respondió la niña – pero salí en emergencia y PUM!, me caí y ahora
no sé dónde estoy. Así que me quedé aquí gritando ayuda.
-
Ay!
Se me olvidó comentarte algo, que hay un cuarto de oro y plata, lleno de
tesoros – dijo la cama.
La cama estaba
dirigiendo el camino y se encontraron a la bruja. Y la bruja dijo:
-
Váyanse
de aquí!
Y la niña
pregunta:
-
Pero
¿por qué?
-
Porque
soy una bruja!...¿no les asusta?...hay un cuarto que nunca encontraran!
-
Ya
sabemos dónde está ese cuarto
Derrotaron a la
bruja y fueron al cuarto de oro y plata. Y se llevaron todo el oro y la plata.
Gabriela Figueira
Mayo 2015
Elaborado por: Fátima Figueira y Leney Tovar
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