13 de abril de 1906, Nace Samuel Beckett, novelista y dramaturgo irlandés. Estudió en la Portora Royal School, una
escuela protestante de clase media en el norte de Irlanda, y luego
ingresó en el Trinity College de Dublín, donde obtuvo la licenciatura en
lenguas romámicas y posteriormente el doctorado. Trabajó también como
profesor en París, donde escribió un ensayo crítico sobre Marcel Proust y
conoció a su compatriota James Joyce, del cual fue traductor y a quien
pronto le unió una fuerte amistad.
En 1930 regresó a Dublín como lector de francés de la
universidad, pero abandonó el trabajo al año siguiente, tras lo cual
viajó por Francia, Alemania e Italia, desempeñando todo tipo de trabajos
para incrementar los insuficientes ingresos de la pensión anual que le
enviaba su padre (cuya muerte, en 1933, supuso para el escritor una dura
experiencia), hasta que en 1937 se estableció definitivamente en París.
En 1942, y después de haberse adherido a la
Resistencia, tuvo que huir de la Gestapo para afincarse en el sur de
Francia, que estaba libre de la ocupación alemana, donde escribió su
novela Watt. Finalizada la contienda, se entregó de lleno a la escritura: terminó la trilogía novelística Molloy, Malone muere y El innombrable,
y escribió dos piezas de teatro. Aunque utilizaba indistintamente el
francés o el inglés como lenguas literarias, a partir de 1945 la mayoría
de su producción está escrita en francés, y él mismo vertió sus obras
al inglés.
La difícil tarea de encontrar editor no
se resolvió hasta 1951, cuando su compañera, Suzanne
Deschevaux-Dumesnil, que más tarde se convertiría en su esposa, encontró
uno para Molloy. El éxito relativo de esta novela propició la publicación de otras, y en especial dio pie a la representación de Esperando a Godot en el teatro Babylone de París; el resonante éxito de crítica y público que obtuvo la obra le abrió las puertas de la fama.
Su
ruptura con las técnicas tradicionales dramáticas y la nueva estética
que proponía le acercaban al rumano E. Ionesco, y suscitó la etiqueta de
«anti-teatro» o «teatro del absurdo«. Se trata de un teatro estático,
sin acción ni trucos escénicos, con decorados desnudos, de carácter
simbólico, personajes esquemáticos y diálogos apenas esbozados. Es la
apoteosis de la soledad y la insignificancia humanas, sin el menor
atisbo de esperanza.
Se considera en general que su obra maestra es Esperando a Godot
(1953). La pieza se desarrolla en una carretera rural, sin más
presencia que la de un árbol y dos vagabundos, Vladimir y Estragón, que
esperan, un día tras otro, a un tal Godot, con quien al parecer han
concertado una cita, sin que se sepa el motivo. Durante la espera
dialogan interminablemente acerca de múltiples cuestiones, y divagan de
una a otra, con deficientes niveles de comunicación.
En otra de sus piezas, Días felices
(1963, escrita en inglés en 1961), lo impactante es su original puesta
en escena: la cincuentona Winnie se halla enterrada prácticamente hasta
el busto en una especie de promontorio. Habla y habla sin tregua,
mientras su marido Willie, siempre cerca pero siempre ausente, se limita
a emitir de vez en cuando, como réplica o asentimiento, un gruñido.
Winnie repite a diario los mismos actos, recuenta las pertenencias de su
bolso, siempre idénticas, y, sobre todo, recuerda las mismas cosas
triviales e intrascendentes, pero que constituyen sus «días felices».
El
teatro de Beckett adquiere tonos existencialistas, en su exploración de
la radical soledad y el desamparo de la existencia humana y en la
drástica reducción del argumento y los personajes a su mínima expresión,
lo cual se refleja así mismo en su prosa, austera y disciplinada,
aunque llena de un humor corrosivo. En el año 1969 fue galardonado con
el Premio Nobel de Literatura.
Fuente: BIOGRAFÍAS Y VIDAS
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