Cuando comencé a pensar en la idea de hacer un blog sobre literatura no descartaba la posibilidad de que este fuera también un envase para confesiones personales, no a modo de diario personal, sino más bien un sitio donde hacer catársis en los momentos malos y en los buenos. Hoy, después de algunos meses sin escribir ni publicar nada en este blog, me gustaría hacer catársis sobre una de las decisiones más importantes que he tomado en mi vida personal y profesional.
Desde que tengo uso de razón, todo lo relacionado con el arte ha ejercido en mí una atracción incontenible. Literatura, Pintura, Dibujo, Diseño Gráfico, han sido áreas donde he incursionado de forma pasajera. Siempre pensé que eran hobbies, por eso los iniciaba y no los culminaba. Crecí con la idea de que debía guiar mi inteligencia, mis capacidades y mis esfuerzos a trabajos formales, en buenas empresas, con sueldos de 15 y último, con paquetes de beneficios anuales que aseguraran mi vivienda, mi carro, mis viajes y mis necesidades básicas. Y en ese día a día ir ascendiendo a otras posiciones que aumentaran mi calidad de vida. Bueno, creo que a todos nos meten en la cabeza que sin estudios universitarios y trabajos en grandes consorcios empresariales, no tenemos futuro y en cierta forma no se equivocan. Creo que pasar por la universidad es vital para aprender a analizar, para ser críticos y crear opiniones propias, pero no necesariamente estas herramientas deben concluir con un trabajo de más de 8 horas en una oficina en el edificio de una empresa reconocida mundialmente.
Revista con DVD promocional. Regalo de Diciembre de 2012 |
Concurso de actuación. Obsequio Diciembre 2014 |
Por ese miedo y la mano tendida de un amigo, decidí trabajar en un pequeño negocio familiar dedicado a la venta de chuchería y dulces criollos venezolanos. Allí hice de todo. Aprendí cómo hacer dulce de batatas, besos de coco, polvorosas. Aprendí de la gran variedad de dulces que se hacen en Venzuela. Tuve contacto directo con un pueblo que no sabía que existía. Pero igual no era lo que quería para mí. No me llenaba, no era lo que quería hacer por el resto de mi vida. Cinco años estuve en ese negocio, que igual no era mío, el cual no me atrevía a dejar porque el país, mi país, se estaba entortillando cada vez más en pugnas políticas y debacles económicos.
Calendario 2016. Obsequio Diciembre 2015 |
Pero lo que yo quería me halaba, me empujaba a dejarlo todo, a arriesgarme y como las oportunidades no avisan cuándo van a aparecer, y a veces uno no las ve sino que son otros las que te las presentan, un día me preguntaron si estaba interesada en llevar la publicidad en las redes sociales de una pequeña tienda de productos para el cabello. No lo dudé y acepté. Vi la pequeña posibilidad de independizarme. Encontrar otros clientes y comenzar mi propio negocio. Renuncié al trabajo y empecé una historia nueva, diseñando promociones y publicidad de productos. Desde la comodidad de mi casa, juego un poco con mi imaginación y me siento cómoda, feliz, tranquila conmigo misma.
Tardé mucho tiempo en darme cuenta de lo que realmente quería. Y con este impulso me atreví a codiciar un poco más. Poco a poco fui convenciendo a una persona muy querida para que juntas pudieramos crear algo un poco más ambicioso. Y con su ayuda invertimos en maquinaria para sublimar y bordar.
Hoy digo con orgullo, a pesar de la situación económica del país, que estamos creando Diseños Artes Ravot. Una pequeña empresa dedicada a la sublimación de tazas, gorras, rompecabezas, mouse pad, botellas deportivas de aluminio y franelas. En Diseños Artes Ravot, quiero plasmar mis ideas, mi imaginación, dar vida a las imágenes que revolotean en mi cabeza y hacer que los clientes queden contenos con mi trabajo.
Si, lo único negativo es el país donde vivo. Hoy la economía de Venezuela es la peor del mundo. Literalmente estamos en banca rota. Literalmente estamos luchando para sobrevivir...pero, si soy sincera, prefiero luchar haciendo lo que realmente quiero a luchar haciendo lo que no me gusta.
No hay comentarios :
Publicar un comentario