martes, 6 de septiembre de 2016

COMENTANDO - LA ÚLTIMA SALIDA



El libro “La última salida” del escritor argentino Federico Axat, ha sido vitoreado desde que fue anunciada su publicación en el mes de marzo de este año. Entre los diversos comentarios y su sinopsis la curiosidad por leerlo era cada vez más intensa. No obstante, fue una entrevista a Federico Axat, en el programa de TVE llamado Página Dos, lo que terminó de poner la guinda a la decisión de encontrarlo y al final leerlo.



SINOPSIS


Ted es rico y tiene una familia perfecta, una esposa y dos hijas adorables. Nadie podría imaginar el motivo que lo ha llevado a tomar la drástica decisión de quitarse la vida.Cuando oye sonar el timbre una y otra vez, su primera reacción es ignorarlo y apretar el gatillo de una vez por todas. Pero entonces descubre una nota escondida entre sus cosas; una nota con su caligrafía que no recuerda haber escrito: «Abre la puerta. Es tu última salida». Al otro lado de la puerta encuentra a un desconocido llamado Lynch, que no sólo sabe lo que Ted está a punto de hacer, sino que le hace una propuesta difícil de rechazar: un plan para evitar que su familia sufra ante las consecuencias devastadoras de un suicidio.

Ted acepta sin imaginar que la nota en el escritorio y la oferta de Lynch son apenas el
comienzo de un juego macabro de manipulaciones. Alguien ha sembrado un camino de
migas de pan que Ted irá recogiendo. Alguien que lo conoce mejor que nadie, que lo hará
dudar de sus propias motivaciones y también de las personas que lo rodean.

¿Quién maneja los hilos desde las sombras?
A veces sólo podemos confi ar en nosotros mismos.
Y, en ocasiones, ni siquiera eso.





Mi opinión



Es difícil hacer un comentario de este libro sin caer en lo que hoy llaman “spoiler”. Es una historia tan alucinante que sólo se puede comentar con aquel que la haya leído. Por eso sólo me limitaré a dar algunas impresiones generales. 


El libro comienza cuando Ted, el protagonista, está listo para suicidarse. Un insistente golpeteo en la puerta de su casa y una nota lo detienen. Sin ánimos y malhumorado porque todo su plan se ha venido abajo, abre la puerta al desquiciado que amenaza con tumbarla. Este hombre le hace una propuesta a Ted para que pueda morir pero de una manera más decente y así evitar el sufrimiento que le ocasionaría a su esposa y a sus dos pequeñas hijas, al encontrarlo muerto por su propia mano en su despacho. Para lograr esto, Ted deberá cometer dos asesinatos…de aquí en adelante todo es una locura.



En la primera parte, la historia tiene su lógica. Por lo menos a mi no me pareció tan descabellada la propuesta y las acciones de nuestro protagonista se amoldaron a los argumentos del hombre que llamó a su puerta. Aquí conocemos a Lynch, una especie de agente o miembro de un club que Ted aparentemente no conocía de nada. En la segunda parte, la historia cambia. Seguimos los pasos de Ted y de Lynch, dentro del mismo contexto: suicidio, asesinatos y sueños extraños, con una diferencia muy sutil, Ted parece encontrar en todo aquello algo que no cuadra y comienza a dudar de la propuesta, de Lynch y de lo que él mismo hizo o dejó de hacer.  Aquí conocemos un poco más a Laura Hill, una mujer que ayudará a Ted a explicar lo que le pasa, y quien lo acompañará durante toda la historia. También conocemos a Wendell, un personaje que en la primera parte parecía ser un simple relleno, pero en la segunda su presencia toma una fuerza que más que aclarar oscurece la historia.

Federico Axat, escritor argentino


En estas dos primeras partes, uno cree que está perdiendo la cabeza al mismo tiempo en que la pierde el protagonista. Por momentos todo parece estar tan claro como el agua, pero en el próximo párrafo te vuelves a enredar…y así vas por un buen rato, intentando descifrar si el loco es Ted, los demás personajes de la historia o el autor o tú mismo. Porque llegas a un punto en que crees que no estás leyendo bien o no estás comprendiendo lo que lees.



Este libro me encantó porque la sensación es de una montaña de parque de atracciones. Subes, bajas, giras y te pones de cabeza, todo a una velocidad increíble. Federico Axat sin muchos bombos y platillos te sumerge en la mente de Ted. Una mente que entre sueños y realidades te va contando una serie de sucesos y personajes, uno más manipulador, culpable y misterioso que el otro. Y con una facilidad admirable, después de haber  enredado al lector, te va poco a poco desenredando. Todo está perfectamente justificado. Cada palabra, acción o gesto del protagonista termina teniendo sentido. No se le escapa nada al autor. Todo el desorden que generó en las dos primeras partes del libro, lo va ordenado, desde la tercera, con una meticulosidad que en más de una ocasión arranca un: “Ahhhh!!!...ahora entiendo!” Y esta frase se repetirá hasta que llegas a la última página.



Los personajes están muy bien creados. La narración es sencilla, lo complejo son las imágenes que va dibujando para explicar la psicología del protagonista. Si algo he de criticar sobre la historia es un relación amorosa que surge entre dos personajes que me pareció algo floja y en ocasiones como fuera de lugar; pero debo reconocer que al final pasa desapercibida entre las emociones que provoca el tema principal de la novela.



Si tienen la oportunidad de leer esta novela de corte psicológico, háganlo, no se van a arrepentir. Y como siempre saquen ustedes sus propias conclusiones.  

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