El
libro “La última salida” del escritor argentino Federico Axat, ha sido
vitoreado desde que fue anunciada su publicación en el mes de marzo de este
año. Entre los diversos comentarios y su sinopsis la curiosidad por leerlo era
cada vez más intensa. No obstante, fue una entrevista a Federico Axat, en el
programa de TVE llamado Página Dos, lo que terminó de poner la guinda a la
decisión de encontrarlo y al final leerlo.
SINOPSIS
Ted es rico y tiene una familia
perfecta, una esposa y dos hijas adorables. Nadie podría imaginar el motivo que lo ha llevado a tomar la drástica decisión de quitarse
la vida.Cuando oye sonar el timbre una y otra vez, su primera reacción es ignorarlo y
apretar el gatillo de una vez por todas. Pero entonces descubre una nota escondida
entre sus cosas; una nota con su caligrafía que no recuerda haber escrito: «Abre la
puerta. Es tu última salida». Al otro lado de la puerta encuentra a un desconocido llamado
Lynch, que no sólo sabe lo que Ted está a punto de hacer, sino que le hace una propuesta
difícil de rechazar: un plan para evitar que su familia sufra ante las consecuencias
devastadoras de un suicidio.
Ted acepta sin imaginar que la nota en el escritorio y la oferta de Lynch son apenas el
comienzo de un juego macabro de manipulaciones. Alguien ha sembrado un camino de
migas de pan que Ted irá recogiendo. Alguien que lo conoce mejor que nadie, que lo hará
dudar de sus propias motivaciones y también de las personas que lo rodean.
¿Quién maneja los hilos desde las sombras?
A veces sólo podemos confi ar en nosotros mismos.
Y, en ocasiones, ni siquiera eso.
Mi
opinión
Es difícil hacer un comentario de
este libro sin caer en lo que hoy llaman “spoiler”. Es una historia tan
alucinante que sólo se puede comentar con aquel que la haya leído. Por eso sólo
me limitaré a dar algunas impresiones generales.
El libro comienza cuando Ted, el
protagonista, está listo para suicidarse. Un insistente golpeteo en la puerta
de su casa y una nota lo detienen. Sin ánimos y malhumorado porque todo su plan
se ha venido abajo, abre la puerta al desquiciado que amenaza con tumbarla.
Este hombre le hace una propuesta a Ted para que pueda morir pero de una manera
más decente y así evitar el sufrimiento que le ocasionaría a su esposa y a sus
dos pequeñas hijas, al encontrarlo muerto por su propia mano en su despacho. Para
lograr esto, Ted deberá cometer dos asesinatos…de aquí en adelante todo es una
locura.
En la primera parte, la historia tiene
su lógica. Por lo menos a mi no me pareció tan descabellada la propuesta y las
acciones de nuestro protagonista se amoldaron a los argumentos del hombre que
llamó a su puerta. Aquí conocemos a Lynch, una especie de agente o miembro de
un club que Ted aparentemente no conocía de nada. En la segunda parte, la
historia cambia. Seguimos los pasos de Ted y de Lynch, dentro del mismo
contexto: suicidio, asesinatos y sueños extraños, con una diferencia muy sutil,
Ted parece encontrar en todo aquello algo que no cuadra y comienza a dudar de
la propuesta, de Lynch y de lo que él mismo hizo o dejó de hacer. Aquí conocemos un poco más a Laura Hill, una
mujer que ayudará a Ted a explicar lo que le pasa, y quien lo acompañará
durante toda la historia. También conocemos a Wendell, un personaje que en la
primera parte parecía ser un simple relleno, pero en la segunda su presencia
toma una fuerza que más que aclarar oscurece la historia.
Federico Axat, escritor argentino |
En estas dos primeras partes, uno
cree que está perdiendo la cabeza al mismo tiempo en que la pierde el
protagonista. Por momentos todo parece estar tan claro como el agua, pero en el
próximo párrafo te vuelves a enredar…y así vas por un buen rato, intentando
descifrar si el loco es Ted, los demás personajes de la historia o el autor o
tú mismo. Porque llegas a un punto en que crees que no estás leyendo bien o no
estás comprendiendo lo que lees.
Este libro me encantó porque la
sensación es de una montaña de parque de atracciones. Subes, bajas, giras y te
pones de cabeza, todo a una velocidad increíble. Federico Axat sin muchos
bombos y platillos te sumerge en la mente de Ted. Una mente que entre sueños y
realidades te va contando una serie de sucesos y personajes, uno más
manipulador, culpable y misterioso que el otro. Y con una facilidad admirable,
después de haber enredado al lector, te
va poco a poco desenredando. Todo está perfectamente justificado. Cada palabra,
acción o gesto del protagonista termina teniendo sentido. No se le escapa nada
al autor. Todo el desorden que generó en las dos primeras partes del libro, lo
va ordenado, desde la tercera, con una meticulosidad que en más de una ocasión
arranca un: “Ahhhh!!!...ahora entiendo!” Y esta frase se repetirá hasta que llegas
a la última página.
Los personajes están muy bien
creados. La narración es sencilla, lo complejo son las imágenes que va
dibujando para explicar la psicología del protagonista. Si algo he de criticar
sobre la historia es un relación amorosa que surge entre dos personajes que me
pareció algo floja y en ocasiones como fuera de lugar; pero debo reconocer que
al final pasa desapercibida entre las emociones que provoca el tema principal
de la novela.
Si tienen la oportunidad de leer
esta novela de corte psicológico, háganlo, no se van a arrepentir. Y como siempre
saquen ustedes sus propias conclusiones.
No hay comentarios :
Publicar un comentario